jueves, 21 de junio de 2012

El segundo paso: Recopilación de información (parte 1)

Verán, resultaría tonto postear todo lo que se sacará de Wikipedia, por lo que expondré brevemente los mitos originales de los personajes del cuento:
Dédalo:
Fue un arquitecto y artesano extremadamente hábil, que residía en Atenas. Su hermana había dejado a su cuidado a su hijo Perdix, para que Dédalo le enseñara algo de su arte. Pero Perdix demostró ser tan ingenioso y hábil que causó la envidia de Dédalo, quién, sin más, decidió matarlo (que graaaan tío). No obstante, los dioses griegos (a diferencia del cristiano), favorece a la gente inteligente y sin culpa, así que convirtió a Perdix en un pájaro, el cual fue bautizado con su nombre: la perdiz.
Obviamente, a nadie le gusta tener a un asesino (o intento de asesino) de menores en la ciudad, así que fue juzgado y posteriormente desterrado de Atenas. Así, se fue a Creta, donde obtuvo trabajos de gran importancia (una estatua y un salón de baile :lol:), llegando luego a construir el reconocidisimo laberinto de Creta, hecho para mantener encerrado al Minotauro.
Como todos los reyes parecen ser basuras amorales, Minos decidió que sería bueno ver encerrado a Dédalo y a su hijo Ícaro en una torre y eso hizo. Por suerte, Dédalo era un tipo muy ingenioso y, además, estaba encerrado dentro de su laberinto (Minos :herpderp:), por lo que no le costó mucho poder salir de ahí. Pero ahí surgió un problema: no tenía métodos para salir de la isla (era una isla :inglip:), así que construyó un gran par de alas, para él y para su hijito querido. Claro que este hijito querido quería ser astronauta (:lol:), así que, sin más, se lanzó para arriba y, gracias a nuestro amigo el Sol, las alas de Ícaro se derritieron y él terminó durmiendo con los peces.
Dédalo siguió con su vida y terminó en Sicilia. Sin embargo, Minos no se la quiso dejar fácil, así que fue tras él, pueblo tras pueblo, proponiendo un acertijo que solo Dédalo podría resolver, hasta llegar a Sicilia, donde el rey Cócalo, sin querer, delató a Dédalo.
Minos exigió que Dédalo le fuera entregado, pero Cócalo logró convencerlo de que tomase primero un baño (:areyoufuckingkiddingme:) y ahí sus hijas lo mataron, quemándolo con agua hirviendo.
Eso es todo lo que la Wikipedia, digo mitología griega, me ha dicho de Dédalo. En un post posterior hablaré sobre el Minotauro y el mito original, que es bastante corto, si no me equivoco.
¡Hasta la próxima!

miércoles, 30 de mayo de 2012

Un problema y una hipótesis (elemental, mi querido Watson)

Según mi librito de Comunicación, el problema que se plantea acerca del cuento de nuestro amigo Tabucchi es el siguiente: "¿Qué relación hay entre el personaje griego literario y su adaptación al cuento moderno? ¿Qué elementos del original se mantienen? ¿Cómo se reinterpretan e insertan en un nuevo mundo narrativo?"
Para poder fundamentar cualquier hipótesis, comenzaré con una afirmación basada en lo que he leído y entendido:
Lo que se propone en el cuento es una humanización de los clásicos personajes griegos.
Lo podemos ver en Dédalo, que pasa de ser un tipo soberbio, cuasi asesino de su sobrino Perdix, a convertirse en un sujeto sensible, con un sueño de redención en el cual el ser al que él aprisionó resulta libre gracias a su intervención. Se puede intuir, por otro lado, alguna culpa por Ícaro, al darle al Minotauro sus alas, como señal de redención, una liberación de la culpa por la muerte de su hijo, aún si eso no fue realmente su culpa (ya saben como son estos chibolos de hoy, rebeldes y con ganas de tocar el sol).
También podemos ver esta humanización en el Minotauro, que resulta ser un hombre como cualquier otro en cuanto al aspecto físico, con la excepción de su nada normal cabeza de toro, la única gran diferencia. Y es no solo como cualquier otro hombre en lo físico (ya saben, exceptuando la cabeza bobina y los cuernos intimidantes), sino también en lo psicológico. Claro que no es tan normal que alguien se enamore de la luna (a no ser que sea un elfo de Tolkien), por lo que tal vez pueda compararlo con un niño, un niño que no conoce nada del mundo o de la gente debido a su aislamiento y que solo puede quedar fascinado por ese orbe que llegó a ver solo una vez, que termina simbolizando la libertad que nunca tuvo.
Los originales griegos distaban de esa profundidad. Dédalo fue tan orgulloso que no pudo soportar que su sobrino lo superará, así que lo intentó matar (por suerte, el sobrino magicamente se convirtió en un ave). Por otro lado, el Minotauro era más animal que hombre y cada nueve años (aunque eso está en discusión, puesto que pudo ser anual) nueve hombres y nueve mujeres vírgenes eran ofrendados al híbrido, quien los mataba sin contemplaciones.
Tal vez Tabucchi se tomó varias libertades a la hora de reinterpretar a estos personajes, pero el artista (en general) puede deformar a gusto cualquier cosa que le apetezca (Wilde aplaudiría).
En fin, esta fue una primera parte. Ya pronto llegará la recopilación de información (prepárense para la Wikipedia) y lo demás.
¡Hasta entonces! 

Una última impresión

Resulta que de cada cuatro personas, dos son incapaces de usar blogger. Es por eso que una vez más he de corregir y luego postear el artículo de alguien más. En este caso, el de mi compañerito Marlon Machuca(do), de quien no hay mucho que decir o pensar. De él solo vale la pena burlarse.
Por supuesto, estoy bromeando.
Sin más, aquí está el gran despliegue de su ingenio, con algunos extras puestos por mi persona para amenizar la lectura:
Es un gran cuento (que inteligente es este muchacho), la forma en que (él puso q y por eso merece mi infinito desprecio) el personaje se ve atrapado en su propio laberinto, como si fuera una bestia (la bestia eres tu, querido Marlon), el Minotauro enamorado de la luna que llora su desdicha. Dédalo lo ayuda, para que (aquí también puso q) ambos sean libres, el final muy feeling (si, realmente escribió eso). El Minotauro por fin es liberado y va al encuentro de la luna que (debo burlarme aún más de su q) lo espera. Uno se queda con las ganas de saber que más pasa... (¿que más puede pasar? ¿El Minotauro conocerá a Chuck Norris?)
Resulta bastante interesante la forma en que el autor mezcla (él puso mescla :motherofgod:) la realidad con la fantasía de tal forma que (q jajaja) te dejas envolver por la historia, cada personaje con sus problemas y debilidades, y como llegan a comprenderse para resultar victoriosos al final. Lo malo es que (si, su última q) no se sabe que pasa con Dédalo, queda en suspenso y no se sabe si el sueño continua o Dédalo despierta (are you fucking kidding me?)
Ya vieron que tan inteligente e ingenioso es mi compañerito Marlon. Espero no se sientan intimidados por su agudo ingenio, sus sutiles metaforas y, sobre todo, la coherente y apabullante opinión que nos ha dejado.
¡Hasta la próxima!
Pda: Espero no malinterpreten mis comentarios. No es que desprecie a Marlon, es solo que me gusta reírme de él y denigrarlo. Un momento... ¡es casi lo mismo! Ba dum tss

lunes, 28 de mayo de 2012

Siguiendo algunos pasos

Siguiendo con los contenidos que deben estar presentes en este blog, les presento a continuación la base del trabajo (si, este trabajo tiene muchas bases):
1.- Planteamiento del problema y de la hipótesis.
     ¿Cuál es el problema? Bueno, según mi lindo libro es este:
    "¿Qué relación hay entre el personaje griego literario y su adaptación al cuento moderno? ¿Qué elementos del original se mantienen? ¿Cómo se reinterpretan e insertan en un nuevo mundo narrativo?
2.- Recopilación de la información.
     Esta es simple. Wikipedia puede resolver todo por mi.
3.- Procesamiento de la información.
     Esto también es fácil: Voy a una fabrica con un montón de hojas llenas de información. Ahí las procesaran y harán diversos productos eco-amigables y todos viviremos felices... ¿no? Bueno, molaría...
    En fin, aquí viene un esquema, el cual ya me señaló mi queridisima profesora de Comunicación (¡no miento!) como debe ser. Un diagrama de Ishiwaka, también conocido como la espina. Ya lo haré (haremos, harán, lo que sea) pronto.
4.- Formulación de conclusiones
     Bueno, esto es obvio, ¿no? Cada miembro del grupo tendrá que presentar una conclusión respecto a la hipótesis planteada. Todo a su tiempo.
Esto es tan solo un pequeño adelanto de lo que se viene, por decirlo de alguna forma.
¡Hasta entonces!

domingo, 27 de mayo de 2012

Sentimiento hombre-bestia


El cuento es una mezcla de la historia de Dedalo e Icaro, y del laberinto del minotauro (en parte, de lo que pudo suceder y nunca ocurrio)


La historia transcurre en un sueño que tuvo Dédalo (el autor no precisa la fecha), que tal vez haya sido un sueño premonitorio para el laberinto que construyera para el rey Minos, o lo haya soñado despues de construir el laberinto, culpandose subconsciente-mente de haber construido la tumba del minotauro.

En su sueño, Dédalo no recuerda como salir del laberinto que el mismo diseño, y al adentrarse más en el se encuentra con el minotauro sollozando.


A diferencia de la historia original, en la que el minotauro es una bestia hambrienta de carne humana, en este cuento se muestra al  minotauro como un ser sensible, a pesar de ser hombre-bestia. En cierta forma me hace recordar al cuento del argentino Jorge Luis Borges, "La casa de Asterión", en la cual el minotauro es consciente de lo que ocurre, y tambien es un ser con sentimientos.


El minotauro le cuenta a Dédalo que esta enamorado de la luna y quiere ir con ella, pero no puede por que esta encerrado en el laberinto. Dédalo se conmueve del minotauro y, con su astucia y buen corazón, lo ayuda a salir del laberinto engañando a los guardianes y regalandole sus "alas" para darle encuentro a su amada (la luna)

Es curioso que el autor presente a Dédalo como una persona bondadosa, ya que este, en la mitología griega era un ser egoista, que llego a matar de pura envidia a su sobrino Perdix. Y con sus verdaderos valores habría huido solo dejando al minotauro encerrado.


Es un cuento sencillo, corto e interesante que representa a los personajes lo más humanamente posible.

martes, 22 de mayo de 2012

Laberinto y culpa, Dédalo y la redención

He aquí mi impresión acerca de este pequeño cuento (¡si, de Ginongo en persona!). Are you ready? Muy bien, aquí voy:

Según Tabucchi, una noche de hace miles de años (lo cual puede ser muy poco exacto), Dédalo soñó. He ahí una palabra importante: soñó. No es que liberara realmente al Minotauro, es solo algo que soñó, algo que pudo ser. Es así que puedo afirmar que lo que Tabucchi nos plantea es la culpa de Dédalo, quien sabía lo que hacía al crear el laberinto de Creta, donde el Minotauro vivió hasta que Teseo lo mató. Tal vez Dédalo, subconscientemente, sabía que el Minotauro, con o sin cabeza de toro, era un ser humano en el fondo. Y entonces, en su sueño, alcanzaba la redención ayudándolo a escapar, dándole los medios para elevarse por encima de cualquier captor: las alas de cera que todos conocen tan bien.
Es Sueño de Dédalo, arquitecto y aviador, una humanización de la cultura griega. Porque, si vemos los mitos originales, veremos como Dédalo intentó matar a su sobrino solo por ser superior a él. También veremos como el Minotauro mataba siete jóvenes y siete doncellas cada año (o tal vez cada nueve, eso está en discusión). En cambio, Tabucchi nos muestra a Dédalo, atosigado por el remordimiento, al Minotauro, humano y dolido, anhelante de libertad y de amor.
¿A qué nivel llegó a calar esto en mi? En realidad, a un nivel algo superficial, puesto que el tema grecorromano ya está muy usado. Además, si bien es este breve cuento un gran exponente de las nuevas interpretaciones de los antiguos mitos helénicos, es ya casi un tópico el Minotauro, siendo, eso si, la inclusión de Dédalo algo interesante, puesto que los demás autores tienden a incluir a Dédalo solo con Ícaro (un ejemplo puede ser Flight of Icarus, canción de Iron Maiden). El Minotauro ha sido visto en varias películas, videojuegos, canciones (por lo general de Doom Metal Noruego) y también ha sido usado por Borges, quien también lo dotó de una profunda sensibilidad (y soberbia, eso no ha de olvidarse) en La casa de Asterión,  otro breve cuento que, para ser sincero, considero superior a Sueño de Dédalo, etc. etc...
Sin embargo, el cuento de Tabucchi es una lectura entretenida, fácil de llevar y no te hace pensar mucho, aunque debo admitir que me trabe un poco al describir el proceso lógico que sigue Dédalo para descifrar cual es la puerta correcta.
En fín, esta es una primera impresión. Ya luego ahondaré en la carga simbológica de la obra e intentare dar mi explicación acerca del acertijo de las puertas.
Pero, por ahora, es todo.
¡Hasta la próxima!
Pda: Espero que les guste la imagen : 3

Impresiones del percusionista

Sueño de Dédalo, arquitecto y aviador me parece un cuento bastante fantasioso, basado en la mitología griega y romana, muestra del gran ingenio de Tabucchi al replantear el mito del Minotauro, dotándolo de una dimensión más humana y darle un justo escape del laberinto por medio del creador de este. Claro, todo es un sueño de Dédalo, pero no por eso pierde merito. En el cuento vemos a Dédalo despertar en un palacio enorme, con varios pasillos, sin recordar nada. Caminando, llega a toparse con el Minotauro, que llora solo. El híbrido le cuenta la razón de su llanto: es su amada, la luna, a la que no puede ver.
Dédalo, conmovido, decide partir con el Minotauro. Es así que recorren largos pasillos hasta llegar a la salida, custodiada por dos guardianes parados frente a dos puertas. Una lleva a la muerte, la otra a la libertad. Un guardia siempre miente, otro siempre es honesto.
Dédalo logra resolver el acertijo y salir con el Minotauro, a quien le regala sus alas, para que se reúna con su amada, la luna.
Pda: Esto no es algo mío (de Ginongo, o sea), si no de Frank Muñoz, que también aparece como autor del blog. Si es que yo lo he publicado es porque me he dedicado a corregir algunos errores de estilo y, de paso, algunas incoherencias.
Pda 2: Por si no lo han deducido por el titulo, Frank es baterista.

Sueño de Dédalo, arquitecto y aviador (aquí somos tan machos que violamos los derechos de autor sin dudar)

Aquí les va por fin ese cuento del que estaba hablando.
Voy a infringir los derechos de autor de mi pata Antonio Tabucchi, así que guárdenme el secreto.

Sueño de Dédalo, arquitecto y aviador

Una noche de hace miles de años, no es posible calcular con exactitud el tiempo, Dédalo, arquitecto y aviador, tuvo un sueño. Soñó que se encontraba en las entrañas de un palacio inmenso, recorriendo un pasillo. El pasillo desembocaba en otro pasillo y Dédalo, fatigado y confuso, lo recorría apoyándose en las paredes. Cuando hubo recorrido el pasillo desembocó en una pequeña sala octagonal, de la que partían ocho corredores. Dédalo comenzó a sentir una gran ansiedad, un deseo de aire puro. Enfiló un corredor, pero éste terminaba contra una pared. Tomó otro, y también éste terminaba contra una pared. Por siete veces lo intentó Dédalo, hasta que, a la octava, enfiló un corredor larguísimo que después de una serie de curvas y de ángulos desembocó en otro corredor. Dédalo entonces se sentó sobre un escalón de mármol y se puso a reflexionar. Sobre las paredes del corredor había antorchas encendidas que iluminaban los frescos azules de aves y de flores. 

Sólo yo puedo saber cómo salir de aquí, se dijo Dédalo, y no lo recuerdo. Se quitó las sandalias y comenzó a caminar descalzo sobre el piso de mármol verde. Para consolarse, se puso a cantar una antigua canción de cuna que había aprendido de una vieja criada que lo había arrullado en la infancia. Las arcadas del largo corredor le restituían su voz repetida diez veces. 

Solo yo puedo saber cómo salir de aquí, se dijo Dédalo, y no lo recuerdo. 

En aquel momento desembocó en una amplia sala circular, pintada con paisajes absurdos. Recordaba aquella sala, pero no recordaba por qué la recordaba. 

Había asientos forrados de paños lujosos y, en medio de la estancia, un amplio lecho. Sobre el borde del lecho estaba sentado un hombre esbelto, de ágiles y juveniles rasgos. Y aquel hombre tenía una cabeza de toro. Sostenía la cabeza entre las manos, sollozaba. Dédalo se le acercó y le puso una mano en el hombro. ¿Por qué lloras?, le preguntó. El hombre levantó la cabeza de entre las manos y le miró con sus ojos de bestia. Lloro porque estoy enamorado de la luna, dijo, la he visto una sola vez, cuando era niño y me asomaba por una ventana, pero no puedo alcanzarla porque estoy prisionero en este palacio. Me contentaría con tenderme sobre un prado, durante la noche, y dejar que sus rayos me besaran. Pero soy prisionero en este palacio, desde mi infancia lo soy. Y volvió a llorar. 

Entonces Dédalo sintió una gran zozobra, el corazón le batía en el pecho fuertemente. Yo te ayudaré a salir de aquí, dijo. El minotauro levantó la cabeza y lo miró fijamente con sus ojos bovinos. En esta estancia hay dos puertas, dijo, y como custodia en cada puerta hay dos guardianes. Una puerta conduce a la libertad y la otra conduce a la muerte. Uno de los guardianes dice sólo la verdad, y el otro dice sólo la mentira. Pero yo no sé cuál es el guardián que dice lo verdadero y cuál es el guardián que miente, ni cuál es la puerta de la libertad y cuál la puerta de la muerte. 

Sígueme, dijo Dédalo, ven conmigo. Se acercó a uno de los guardianes y le preguntó: ¿cuál es la puerta que según tu colega conduce a la libertad? Y luego cambió de puerta. En efecto, si hubiese interrogado al guardían mentiroso, este hombre, cambiando la indicación verdadera del colega, le habría indicado la puerta del patíbulo; si, en cambio, hubiese interrogado al guardián verdadero, este hombre, dándole sin modificarla la indicación falsa del colega, le habría indicado la puerta de la muerte. 

Atravesaron la puerta de la libertad y recorrieron de nuevo un largo corredor. El corredor ascendía y desembocaba en un jardín colgante, desde el cual se dominaban las luces de una ciudad ignota. Ahora Dédalo recordaba, y era feliz al recordar. Bajo los zarzales había escondidas plumas y cera. Lo había hecho para sí, para huir de aquel palacio. Con aquellas plumas y aquella cera construyó hábilmente un par de alas y las sujetó a las espaldas del minotauro. Después lo condujo al borde del jardín colgante y le habló. 

-La noche es larga, dijo, la luna muestra su cara y te espera, puedes volar hasta ella. 

El minotauro se volteó y lo miró con sus apacibles ojos de bestia. 

-Gracias, dijo. 

-Ve, dijo Dédalo, y le empujó. 

Durante un buen rato quedó contemplando al minotauro alejándose con amplias brazadas en la noche, volando hacia la luna. Volaba, volaba.

Otra previa: El Autor (mi pata)

Antonio Tabucchi, como dije antes, es uno de los pilares (el principal, se podría decir) de este blog, así que es natural que hable un poco acerca de él.
Resulta que murió hace un par de meses y que mi broma acerca de que es mi pata está muy fuera de lugar (a no ser que pueda hablar con los muertos).Para ser más exactos, murió el 25 de marzo de este año. Justamente un día después de que iniciara con mi enamorada. Si que me la quiso bajar...
Bueno, Antonio Tabucchi nació un 24 de septiembre de 1943, en Pisa (hogar de la famosisima Torre Inclinada de Pisa), en Italia. A pesar de ser italiano, siempre sintió una gran pasión por la literatura portuguesa, en especial por Fernando Pessoa, quien sería una de sus principales inspiraciones (y fuente de traducciones) a lo largo de los años.
Esta pasión por la literatura portuguesa se ve reflejada, por ejemplo, en algunas cosas, como su tesis doctoral sobre el surrealismo en Portugal o el hecho de que enseñara Literatura Portuguesa en Bolonia.Sin embargo, no por eso dejó de lado sus raíces itálicas, como se nos muestra en el cuento que es segundo pilar de este blog: Sueño de Dédalo, arquitecto y aviador; donde nos da una versión alternativa acerca del mito del Minotauro y el de Dédalo e Ícaro.
De 1985 a 1987 fue director del Instituto Italiano de Cultura de Lisboa (vaya sorpresa) y luego, durante varios años, pasó medio año en Lisboa, con su mujer que (¿quién lo hubiera dicho?) nació ahí, y con sus dos hijos. Es ahí donde escribía. La otra mitad del año la pasaba en la Toscana, dando clases en la Universidad de Siena.
En 2004 recibió en España el Premio Francisco Cerecedo de Periodismo.
En un aspecto más personal, confesó que sufría de insomnio y que la materia del escritor es el sueño. Era más bien escéptico en cuanto a la teoría de que la filosofía es un acceso a la verdad. Confíó  en la literatura como el arte que vela, aunque "quizá" también revela a la verdad.
Esa idea puede ser ampliamente debatida, pero eso vendrá después.
Por ahora, doy por concluida mi entrada informativa acerca de nuestro amigo Tony Tabucchi.
¡Hasta la próxima!

lunes, 21 de mayo de 2012

Una previa: La explicación

Todo en este blog gira y girará alrededor de nuestro amigo Antonio Tabucchi (¿alguien sabe quién es?) y uno de sus cuentos: Sueño de Dédalo, arquitecto y aviador.
Somos cuatro administradores, cumpliendo un trabajo escolar (si no, no lo haríamos, obviamente) y esperando una buena nota (si está leyendo esto, profesora Sumari, ¡apruebenos!). Así que, sea quien sea quien esté leyendo esto, no espere mucho de nuestra calidad artística y del gran e interesante contenido que vendrá en los siguientes días.
Esto es algo pasajero.
Dejado esto claro, doy por concluida mi introducción.
¡Hasta la próxima!